En el bullicio del Salón del Automóvil de Ginebra, fue en las brisas del Pagani Huayra, que significa dios del viento, que encontré al compañero ideal para un poco de calma y reflexión. Sí, la calma y la reflexión a bordo de un coche de 700 CV es posible y recomendable.
La semana pasada, aquí en RazãoAutomóvel, tuve la oportunidad de compartir con ustedes la vida cotidiana de un periodista en el Salón del Automóvil de Ginebra. La prisa; el abuso; los destellos; las presentaciones; la Escrita. Una multiplicidad de tareas capaces de agotar incluso a quienes corren por placer. Como nosotros.
Ya me dolían las piernas y mi espalda seguía el mismo camino (intercambio de huesos…) tantas habían sido las fotos tomadas ese día. Cuando estaba a medio camino entre la presentación de Ferrari Laferrari y la sala de prensa, mis ojos se posaron en Pagani Huayra. Allí estaba, casi de incógnito y prácticamente ignorado por periodistas como yo que acababa de salir de la presentación del nuevo Ferrari. Pero a diferencia de ellos, me detuve.
Aquí en Portugal, nuestra sala de redacción estaba desesperada por fotos y noticias sobre Ferrari LaFerrari. Mientras yo, exhausto, descansaba las piernas y miraba hacia el Pagani Huayra - Fogo, espera un rato.
Después de todo, ¿cuándo tendría otra oportunidad de tener a Pagani Huayra solo para mí? ¿Incluso por unos minutos? La respuesta es simple: quizás nunca. Y fue sentado en la cabina de este superdeportivo que me di cuenta absolutamente de la singularidad de los autos.
Mientras que el Ferrari LaFerrari y el Mclaren P1 son todos “una mierda, ¡poooow!”, El Pagani Huayra se parece más a un buen vino maduro. El cuerpo y la intensidad están ahí, pero se necesita cierta consideración y madurez para desvelar los aromas y sabores que se esconden debajo de la "intensidad" de toda esa fibra y potencia de carbono.
Así que no fue de extrañar que cuando vi este video, enviado por nuestro lector Hugo Marques - muchas gracias Hugo - entendí de inmediato a dónde quería llegar Prestige Import, una empresa norteamericana que importa superdeportivos con este video promocional de 2 minutos. (más abajo).
En lugar de peatones y goma quemada, lo filmaron como yo lo sentía: en modo “dolce far niente”. Centrándose no en el conjunto, sino en los detalles, que se suman a ese conjunto. Un auto único. Lo que puede intoxicar los sentidos, se mire como se mire. Lentamente, analizando todos sus detalles, o explorando a fondo sus no menos embriagadores 700 CV de potencia que entrega el motor de arquitectura V12 con el sello de AMG.
Zen y rock-and-roll en un solo paquete. ¡Genial Pagani, genial! Al pie de la madurez de este Pagani, no puedo evitar mirar al Mclaren P1 y al Ferrari LaFerrari como dos adolescentes.