La eventual compra de Opel por parte de PSA tendrá consecuencias difíciles de predecir. Lo que no se sabía es que la marca ya estaba trabajando en un plan para garantizar su futura existencia y sostenibilidad.
El anuncio de las intenciones de PSA provocó sorpresa y miedo. La sorpresa viene de la dirección de la marca alemana, que recién el martes pasado supo, como todos nosotros, que se estaban produciendo tales discusiones. El miedo proviene principalmente de los gobiernos y trabajadores de Alemania y Gran Bretaña, que ven esta posible fusión como una amenaza para los puestos de trabajo en las fábricas que GM tiene en sus respectivos países.
Por el lado de Opel, se supo que su propio director ejecutivo, Karl-Thomas Neumann, solo pudo haberse enterado de las intenciones del PSA de Carlos Tavares poco antes de que se conocieran públicamente. Neumann no debe haberse tomado la noticia a la ligera. Recientemente, un artículo publicado por Manager Magazin reveló que, en paralelo, Neumann y el resto de la dirección de Opel ya estaban trabajando en una estrategia a largo plazo para asegurar la supervivencia de la marca.
Opel 100% eléctrico
La estrategia definida por Karl-Thomas Neumann supondría la conversión completa de Opel en fabricante de coches eléctricos para 2030. Y las razones que se exponen para justificar esta decisión revelan las dificultades a las que se enfrenta el fabricante.Los números son esclarecedores. GM Europa, que incluye a Opel y Vauxhall, no ha sido rentable durante más de 15 años. El año pasado, las pérdidas ascendieron a 257 millones de dólares, aunque inferiores a las obtenidas en 2015. Las perspectivas para 2017 tampoco son alentadoras.
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Neumann, al lidiar con este escenario, vio al fabricante en riesgo de no poder invertir lo suficiente a mediano plazo en el desarrollo simultáneo de automóviles con combustión interna y motores eléctricos. La dispersión de inversiones en dos tecnologías de propulsión distintas, que estamos presenciando actualmente, es una ecuación difícil de resolver para la industria en general.
El plan de Neumann sería anticipar el enfoque de desarrollo solo y solo en los sistemas de propulsión eléctrica. El objetivo sería, para 2030, que todos los Opel fueran vehículos de cero emisiones. La inversión en motores de combustión interna se abandonaría mucho antes de esa fecha.
El plan esbozado ya se había presentado a la gerencia de GM y se esperaba una decisión en mayo. En una etapa inicial, la arquitectura eléctrica del Chevrolet Bolt y del Opel Ampera-e sería la base para desarrollar la futura gama. El plan incluso establece que, durante esta fase de transición, Opel se dividiría en dos, un Opel "viejo" y un "nuevo".
Ya sea que PSA compre finalmente Opel o no, el destino del plan de Karl-Thomas Neumann es incierto.
Fuente: Noticias de automoción Europa