Toyota, Mitsubishi, Fiat y Honda venderán el mismo automóvil. ¿Por qué?

Anonim

¿Qué pasa si le decimos que en China, Toyota, Honda, Fiat-Chrysler y Mitsubishi van a vender exactamente el mismo auto, y que ninguno de ellos lo diseñó? Extraño, ¿no? Mejor aún, ¿y si te decimos que en lugar del símbolo de una de las cuatro marcas que aparece en la cuadrícula, siempre estará el símbolo de la marca china GAC? ¿Confundido? Aclaramos.

La razón por la que estas cuatro marcas venderán el mismo automóvil sin hacer un solo cambio es bastante simple: las nuevas leyes anticontaminación chinas.

Según los nuevos estándares chinos a partir de enero de 2019, las marcas deben alcanzar un cierto puntaje para los llamados vehículos de nueva energía relacionados con la producción y comercialización de modelos de emisiones cero o emisiones reducidas. Si no alcanzan la puntuación requerida, las marcas se verán obligadas a comprar créditos o serán penalizadas.

Ninguna de las cuatro marcas objetivo quiere ser penalizada, pero como ninguna tendría un automóvil listo a tiempo, decidieron recurrir a las famosas empresas conjuntas. Curiosamente, todos tienen una asociación con GAC (Guangzhou Automobile Group).

GAC GS4

Mismo modelo, diferentes variantes

GAC comercializa bajo el símbolo Trumpchi, el GS4, un crossover disponible en una variante híbrida enchufable (GS4 PHEV) y eléctrica (GE3). Lo más extraño de esta asociación es que las versiones de este modelo vendidas por Toyota, FCA, Honda y Mitsubishi mantendrán el logo de GAC en la parte delantera, con la identificación de las respectivas marcas solo en la parte trasera.

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Es la disponibilidad de las diversas variantes lo que hace que el crossover sea tan atractivo para las distintas marcas. Así, y según Automotive News Europe, Toyota solo tiene previsto vender la versión 100% eléctrica del modelo. Mitsubishi ofrecerá la versión eléctrica y también la híbrida enchufable, y tanto Fiat-Chrysler como Honda solo pretenden vender las versiones híbridas.

Se trata, en efecto, de una maniobra de “derrota”, siempre que los productos propios de las marcas no lleguen al mercado. Aunque algunos de ellos ya tienen vehículos electrificados en sus gamas, no son de producción local. Esto significa un arancel de importación del 25%, anulando cualquier posibilidad de vender en las cantidades necesarias para cumplir con la normativa.

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