El automóvil más barato del mundo, el Tata Nano, fue víctima de su propio juego, considerado por los consumidores como demasiado barato y simplista.
El Tata Nano es uno de los modelos de producción más controvertidos de todos los tiempos. 2008 fue el año en que se presentó el Tata Nano. El mundo estaba en medio de una crisis económica y petrolera. El precio del barril de petróleo superó la barrera psicológica de los 100 dólares e incluso superó los 150 dólares el barril, algo hasta ahora impensable en un escenario de paz mundial.
En este revuelo, Tata Industries luego anunció el Tata Nano, el automóvil que prometía poner a millones de indios en cuatro ruedas. Las alarmas sonaron en los países desarrollados. ¿Cómo sería el precio del petróleo si millones de indios comenzaran a conducir de repente? Un auto con un precio por debajo de los 2500 usd.
Las críticas vinieron de todos los sectores. De los ecologistas porque el coche contaminaba demasiado, de las instituciones internacionales porque no era seguro, de los fabricantes porque era competencia desleal. De todos modos, todo el mundo siempre tenía una piedra a mano para tirarle al pequeño Nano. Pero independientemente de estas valoraciones, quienes tenían la última palabra eran los consumidores. Y el coche que prometía ser la alternativa de los patinetes y las motos para millones de familias nunca llegó a existir.
Estaba en tierra de nadie: los más pobres no lo ven como un automóvil real y los más pudientes no lo ven como una alternativa a los automóviles "normales".
En cinco años, Tata solo vendió 230,000 unidades cuando la fábrica fue diseñada para construir 250,000 unidades por año. La gerencia de Tata ya ha llegado a reconocer que el posicionamiento y el marketing del producto han fallado. Y por eso, el próximo Tata será un poco más caro y un poco más lujoso. Lo suficiente para ser tomado en serio. ¡Un caso para decir que “lo barato es caro”!
Texto: Guilherme Ferreira da Costa