La hegemonía de las cajas de cambios de doble embrague en la marca inglesa se rompió con el lanzamiento del Aston Martin Vantage SP10 con caja de cambios manual.
Acelere, enganche, cambie de marcha, desacople y vuelva a acelerar. Fue así durante años y años. Luego vinieron las cajas de cambios automáticas capaces de seguir el "ritmo de carrera" de los autos deportivos y finalmente las cajas de cambios de doble embrague. Con ellos también llegaron algunas promesas muy tentadoras: menos emisiones, menor consumo de combustible, aceleraciones más fuertes y tiempos más rápidos en la pista. El mundo se rindió a los encantos de estas dos nuevas soluciones y poco a poco, las fieles cajas manuales fueron desapareciendo.
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Pero hay un grupo leal de conductores que continúan perdiendo "acelerar, engranar, cambiar de marcha, desenganchar y acelerar nuevamente" porque encuentran que "acelerar y presionar un botón y seguir acelerando" es monótono y sin desafíos. Para este grupo, este grupo restringido de conductores Aston Martin lanzó el nuevo Vantage SP10 con la opción de venir equipado con una caja de cambios manual.
Eso es 430 CV de potencia proporcionada por un V8 atmosférico lleno de «pedigrí», gestionado y entregado al eje trasero mediante una caja de cambios manual «antigua» y fiel. ¡Esto suena tan bien! Parece que en el año del centenario es Aston Martin el que celebra pero nosotros somos los premiados. ¡Larga vida a la transmisión manual!
Texto: Guilherme Ferreira da Costa