La solución, por ahora solo en una etapa experimental, pasa por la instalación de raíles electrificados en la vía, a los que se conectan los vehículos, a través de un brazo extensible, básicamente, una solución similar a la de los viejos carros de vía.
Conectados a la infraestructura, los vehículos eléctricos, ya sean livianos o pesados, ahora pueden recargar sus baterías, sin tener que estar inmovilizados.
Las pruebas se están realizando en un tramo de unos 400 metros, en la carretera que conduce al aeropuerto de Estocolmo, utilizando principalmente vehículos pesados. La iniciativa es parte de la estrategia de Suecia para poner fin al uso de combustibles fósiles para 2030.
Veinte mil kilómetros de carretera esperando ...
Si la fase experimental va bien, y según las últimas informaciones, ni el mal tiempo ni la suciedad fueron un problema para el sistema, la tecnología podría instalarse en el futuro en los casi 20.000 kilómetros de carreteras que existen en Suecia.
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También según sus mentores, incluso los costes de instalación de los raíles no serán un problema, con un presupuesto de 908.000 € el kilómetro. Es cierto que será un gran paso en cuanto a movilidad eléctrica, ya que ayudará a acabar con la ansiedad derivada de la autonomía, uno de los aspectos que más incide en la compra de un coche eléctrico.
