El último Lexus LFA salió de la fábrica de Motomachi, uno de los 500 producidos. El Lexus LFA se une oficialmente a la lista de los coches más exclusivos del mundo.
Casi 170 personas participaron en la producción de este superdeportivo. La carrocería del Lexus LFA es 65% de fibra de carbono de grado F1 y debajo del motor se monta un V10 de 4.8 litros con 560 hp, uno de los motores más rápidos y vivos de la industria automotriz. Más que un automóvil, para Toyota, el Lexus LFA fue una experiencia. Construir un automóvil a partir de una hoja en blanco fue un desafío que, después de superarlo, le dio a la constructora japonesa conocimiento y madurez.
Desde el inicio de su producción se conoció que en diciembre de 2012 se produciría el último LFA y el 14 de diciembre sucedió, al final de las 500 unidades y al ritmo de una unidad por día de trabajo, según lo pronosticado por la empresa constructora al inicio de la producción. Este último, en blanco, viene con el Paquete Nürburgring, un merecido extra por la marca de 7: 14.64 conseguida en una vuelta al circuito. Hoy decimos adiós a un coche que ya es un icono y que sin duda marcará los próximos modelos más deportivos de la marca.
Texto: Diogo Teixeira