Una anomalía mecánica podría estar en el origen del accidente que mató a Paul Walker y Roger Rodas según la publicación de TMZ.
El Porsche Carrera GT que mató a Paul Walker, actor de la película Furious Speed, y Roger Rodas, copropietario de Always Evolving, un taller que ambos poseían, puede haber sufrido un problema mecánico. Recordamos que el accidente en cuestión se produjo este fin de semana, cuando ambos regresaban de una fiesta promovida con fines sociales.
Según fuentes citadas por la web de TMZ, el accidente pudo haber ocurrido como consecuencia de la pérdida de fluidos en el circuito hidráulico de la dirección del Porsche. Fuentes supuestamente cercanas al taller, propiedad de Paul Walker y Roger Rodas, aseguran haber visto evidencias de pérdida de líquidos en la calzada, unas decenas de metros antes de las marcas dejadas por los neumáticos en el momento del impacto. Para ellos, esta ausencia de marcas en el asfalto hasta poco antes del lugar del impacto es reveladora, ya que si Roger Rodas -quien era conductor profesional- hubiera perdido el control del auto, las marcas de derrape mostrarían que había intentado evitar el impacto. . Sin embargo, las marcas dejadas en el lugar del accidente están en línea recta, lo que podría indicar que el conductor no tendría control sobre la dirección del Porsche Carrera GT.
Otro indicio igualmente sospechoso que también apunta en esta dirección es el hecho de que hubo un incendio en la parte delantera del auto, en un modelo que tiene motor central. Por lo tanto, el fuego se esperaría en la parte trasera del vehículo y no en la parte delantera, donde incluso está instalado el circuito de dirección hidráulica. Todos los indicios que apuntan hacia esta tesis ahora avanzan.
Fuente: TMZ