Este Mercedes Clase G llamado “Otto” viajó por los cuatro rincones del mundo durante 26 años. El motor sigue siendo el original.
Gunther Holtorf es un alemán que dejó su trabajo hace 26 años con un objetivo: viajar por el mundo al volante de su Mercedes Clase G «celeste». Lo que dejó atrás fue un trabajo estable como gerente en Lufthansa. Todo a cambio de una vida llena de aventuras e historias que contar. Suena como un buen negocio, ¿no crees?
Holtorf dice que los primeros 5 años los pasó cruzando el continente africano, una aventura que ni siquiera el divorcio de su tercera esposa pudo detener. Fue entonces cuando a través de un anuncio en el periódico Die Zeit, Holtorf conoció a la mujer de su vida, Christine. Fue con Christine que viajó desde 1990 hasta 2010, año en el que un cáncer diagnosticado en 2003 le quitó la vida.
Durante este período, viajaron a países como Argentina, Perú, Brasil, Panamá, Venezuela, México, Estados Unidos, Canadá y Alaska, entre otros. Después de eso, se dirigieron a Australia, donde pasaron otra temporada, pero fue en Kazajstán donde alcanzaron la notable marca de 500.000 km.
El viaje continuó por países como Afganistán, Turquía, Cuba, el Caribe, Reino Unido y muchos otros países europeos. Mientras tanto, Christine falleció, pero Holtorf prometió continuar su viaje. Solo, solo en compañía de su fiel “Otto”, emprendió el camino para descubrir China, Corea del Norte, Vietnam y Camboya.
Aún con el motor original, esta aventura que duró 26 años y viajó por 215 países terminó en Alemania. Mercedes -que al enterarse de esta aventura decidió apoyar a Gunther Holtorf- exhibirá el “Otto” en su museo de Stuttgart, donde este trotamundos podrá ser visto por miles de interesados y apasionados por la marca.
