Por vigésimo primer año consecutivo desde 1993, el tercer domingo de noviembre se celebra el Día Mundial en Memoria de las Víctimas de la Carretera. Se celebra como el Día Mundial, reconocido oficialmente por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).
El espíritu de esta celebración es que la evocación pública de la memoria de quienes perdieron la vida o la salud en las carreteras, calles nacionales y mundiales significa un reconocimiento, por parte de los Estados y la sociedad, de la dimensión trágica de los accidentes. Una jornada que también rinde homenaje a los equipos de emergencia, la policía y los profesionales médicos que diariamente se enfrentan a las traumáticas consecuencias de los accidentes.
Con la muerte de más de 1,2 millones de personas cada año, la mayoría entre las edades de 5 y 44 años, los desastres de tránsito son una de las tres principales causas de muerte en todo el mundo. Más de 3.400 hombres, mujeres y niños mueren cada día en las carreteras del mundo mientras caminan, andan en bicicleta o viajan en transporte motorizado. Otros 20 a 50 millones de personas se lesionan cada año como resultado de accidentes de tráfico.
En Portugal, solo este año (hasta el 7 de noviembre) hubo 397 muertos y 1.736 heridos graves, y a lo largo de los años hay innumerables víctimas directas e indirectas de accidentes, vidas afectadas para siempre por esta realidad.
Este año, el lema internacional del Día del Recuerdo - “La velocidad mata” - evoca el tercer pilar del Plan Mundial de Seguridad Vial 2011/2020.
La organización de la celebración en Portugal se inició en 2001 y está asegurada desde 2004 por Estrada Viva (Liga contra o Trauma), en colaboración con entidades gubernamentales portuguesas. La campaña de concientización y celebración de este año cuenta con el apoyo institucional de la Autoridad Nacional de Seguridad Vial (ANSR), la Dirección General de Salud (DGS), la Guardia Nacional Republicana (GNR) y la Policía de Seguridad Pública (PSP), con el patrocinio de Liberty Seguros.
