La casa de Maranello acaba de presentar en Ginebra la que consideran su “obra maestra”. El Ferrari de Ferraris: el LaFerrari.
La espera ha terminado. Después de muchos teasers, siempre florecidos por la especulación periodística que suele acompañar a los lanzamientos de Ferrari, se acaba de presentar al último hijo de la casa de Maranello. Y el bautismo - por no decir el nacimiento… - ocurrió justo frente a nosotros, durante el Salón del Automóvil de Ginebra.
El maestro de ceremonias, al frente de un inmenso batallón formado por cientos de periodistas y fotógrafos con cámara en mano, era, como debe ser, Luca di Montezemolo, presidente de la marca italiana. Su expresión no dejaba lugar a dudas: Maranello está orgullosa de su descendencia. Di Montezemolo no dudó en decir que se trata de "LaFerrari", o en una traducción literal a nuestro idioma: ¡El Ferrari! De ahí el nombre «LaFerrari».
Pero, ¿tendrá LaFerrari algún argumento para ser el Ferrari de los Ferrari? Empecemos por la estética. Confieso que después de media hora ininterrumpida en la que pude ver, oír y sentir el LaFerrari, mirando las fotos me siento menos impresionado con su diseño. Pero en vivo, todas las líneas y curvas de tu diseño tienen sentido. Si queremos hacer comparaciones, ver a LaFerrari en foto equivale a ver una exposición de bellas artes a través de fotos: hay algo que se pierde en esa intermediación.
La verdad es que el diseño funciona bien. Pero tal vez no tanto como algunos esperaban ...
En el campo tecnológico, Ferrari ha puesto en práctica todo su saber hacer. Se ha dejado de lado algo de conservadurismo, es cierto. Pero no lo suficiente como para abandonar la arquitectura V12. Los 12 cilindros siguen ahí, así como los generosos 6,2 litros de capacidad capaces de soplar hasta 9250 rpm. Todo ello a expensas de una unidad más pequeña y con más turbocompresor, como se está poniendo de moda en la industria.
En cambio, la "nobleza" del motor se dejó intacta y se eligió el motor térmico para ser asistido con una unidad eléctrica, una absoluta novedad para Ferrari. El primero proporciona 789 CV de potencia, mientras que el segundo añade otros 161 CV a esta ecuación. Lo que compone la aterradora cifra de 950 CV de potencia. ¡Hemos entrado oficialmente en el campo de las "naves espaciales"!
Traduciendo esto a cifras más concretas, lo que está en juego es una aceleración de 0 a 100 km / h en menos de 3 segundos y de 0 a 200 km / h en menos de 7 segundos. Si esperas 15 segundos, te aconsejamos que no apartes la vista de la carretera (o circuito…) porque para ese momento ya han jugado a 300km / h. ¡Así que 2 segundos más rápido que su rival Mclaren P1!
Cifras que no son ajenas al hecho de que el motor eléctrico aporta una dosis extra de par constante a todas las velocidades. Este motor está alimentado por un sistema de carga de baterías similar al utilizado en la Scuderia Ferrari, que regenera la energía disipada durante la frenada y aprovecha toda la potencia no utilizada por el motor. El sistema se denominó HY-KERS.
En términos comparativos, el LeFerrari es 3 segundos más rápido que el F12 y 5 segundos más rápido que su predecesor, en el famoso circuito de Fiorano, propiedad de la marca italiana.
Todas las razones para que Ferrari confíe en su niño prodigio. ¡Que empiecen las batallas!
Texto: Guilherme Ferreira da Costa