Cuando Ford presentó un prototipo llamado simplemente GT en el Salón del Automóvil de Detroit en 2002, un superdeportivo diseñado a imagen del GT40, el cuatro veces ganador de las 24 Horas de Le Mans, generó un gran interés.
Ford no tardó en decidirse a seguir adelante con su producción y tras un primer contacto con un prototipo de preproducción, ni siquiera Jeremy Clarkson resistió los encantos del superdeportivo, habiendo pedido uno en 2003.
Aunque Ford produjo más de 4000 GT, solo 101 fueron destinados a Europa y de ellos, solo 27 fueron asignados al Reino Unido por Ford de Gran Bretaña, lo que convierte a Clarkson en un «miembro» de un grupo exclusivo.
Solo dos años después, en 2005, Jeremy Clarkson recibiría su Ford GT, especificado a su gusto, presentado en Midnight Blue con franjas blancas (opcional) y con llantas BBS de seis radios, idénticas a las del concept original.
Aunque aclamado por la crítica, ya sea por el rendimiento proporcionado por el V8 sobrealimentado de 5.4l montado en la posición central trasera (550 hp), o por las habilidades dinámicas de referencia, Jeremy Clarkson, sin embargo, eventualmente devolvería el GT en menos de un mes, requiriendo un reembolso.
¿Por qué? Jeremy Clarkson, como él mismo, fue bastante elocuente sobre la experiencia de tener un Ford GT y los problemas que afectaron a su unidad, exponiéndolos en el programa Top Gear con sus "socios en el crimen" Richard Hammond y James May.
Entre las quejas del presentador se encuentran algunas relativas a las características del superdeportivo, como el generoso Ford GT de 1,96 m de ancho, más adecuado para carreteras o circuitos anchos que las muchas carreteras estrechas características del Reino Unido, o el radio de giro excesivamente grande.
Pero serían los problemas los que afligían a este GT al ser la "gota de agua" para el presentador. El mal funcionamiento de la alarma y el inmovilizador (que requirió un viaje en grúa y el alquiler de un Toyota Corolla para llegar a casa), llevó a Clarkson a decidir "despachar" uno de los autos de sus sueños.
Sin embargo, la relación de amor-odio con el Ford GT llevaría a Clarkson a recomprar esta unidad, aunque no condujera muchos kilómetros con ella.
Segundo dueño con una vida más tranquila.
La mayor parte de los más de 39 mil kilómetros que presenta este Ford GT fueron realizados, de hecho, por el segundo dueño del superdeportivo, quien lo compró en 2006 y no "sufrió" los problemas que aquejaban a Clarkson.
De la mano de su nuevo propietario, recibió algunas mejoras o alteraciones, como una suspensión de KW o un escape deportivo de Accufab. Sin embargo, las piezas originales se han almacenado y están incluidas en la venta del automóvil.
El Ford GT ahora está siendo vendido por GT101 en el Reino Unido por una modesta suma de aproximadamente 315.000 €, un precio en línea con el de otros GT, por lo que a pesar de los 15 minutos de fama (o infamia) que tuvo, no parece haber influido en su valor.