Si en 2020, el coronavirus y los confinamientos resultantes detuvieron prácticamente toda la producción de automóviles durante varias semanas, en 2021 es la falta de procesadores y componentes de semiconductores lo que está creando todo tipo de perturbaciones en las líneas de producción de automóviles.
Los automóviles de hoy necesitan tantos procesadores y componentes de semiconductores como neumáticos para funcionar correctamente. Desde la gestión del motor hasta el infoentretenimiento, sin olvidar a los asistentes de conducción, el funcionamiento del coche pasa necesariamente por estos pequeños "cerebros" electrónicos.
Hay varias razones por las que esta falta de procesadores está sucediendo ahora.
Cuando la pandemia obligó a la mayoría de las fábricas a cerrar durante varias semanas en la primera mitad de 2020, los fabricantes de automóviles también redujeron sus pedidos de varios componentes, como los procesadores. Lo que la industria automotriz no anticipaba era la fuerte recuperación del mercado en los últimos meses de 2020.
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La industria automotriz se apresuró a realizar nuevos y más pedidos de procesadores para satisfacer el repentino aumento de la demanda, pero los productores de procesadores, en su mayoría asiáticos, simplemente no pudieron y no están respondiendo.
Esto se debe principalmente al aumento en la producción de procesadores para computadoras y consolas de juegos. "Culpe" a la pandemia por eso también. Muchas personas ahora están trabajando desde casa (teletrabajo), lo que ha llevado a un aumento generalizado en la compra de equipos informáticos, y el lanzamiento de consolas como Playstation a finales de 2020 ha llevado a los productores de procesadores a alcanzar su límite de capacidad de producción.
Más de 100 componentes semiconductores por coche
Ahora faltan procesadores y diversos componentes semiconductores en la industria automotriz, en todo el mundo, y varios de ellos ya han tenido que reducir la tasa de producción en sus líneas de producción.
Toyota tuvo que detener una línea de producción en China, el (ahora) Stellantis en México y Canadá y Ford en Estados Unidos, por ejemplo. En Europa no es diferente. Honda tuvo que cerrar su fábrica en Swindon, Inglaterra durante varios días; Audi tuvo que colocar a 10.200 empleados en trabajos a tiempo parcial en sus fábricas de Ingolstadt y Neckarsulm; y Opel tomó la misma decisión en su planta de Eisenach.
También Daimler ya está tomando medidas para abordar la falta de procesadores en varias de sus fábricas alemanas. Desde la colocación de empleados a tiempo parcial, hasta la reducción de los turnos de trabajo en 30 minutos cada uno (Bremen).
Esta crisis de escasez de procesadores y componentes de semiconductores no tiene un final a la vista, según diversos informes de la industria. Dado que los automóviles tienen hoy más de 100 componentes semiconductores, solo una escasez es suficiente para detener la producción completa de un modelo. Algunos fabricantes de procesadores ya han anunciado un aumento de las inversiones en su producción para satisfacer la demanda, pero la situación puede tardar varios meses en normalizarse.