En un momento en el que muchas marcas se centran en los desafíos inherentes a la electrificación y la conducción autónoma, una patente de Volvo publicada recientemente parece resolver el "problema" de guardar el volante mientras el automóvil se conduce solo.
A pesar de haber sido presentada ante la Oficina de Patentes y Marcas de EE. UU. A principios de 2019, la patente solo se conoció a fines de septiembre y nos presenta la visión de Volvo para los "volantes del futuro".
Según los dibujos de patente de Volvo, el plan es crear un volante que se deslice hacia la derecha y hacia la izquierda, e incluso se pueda colocar en la zona central del salpicadero, como en el icónico McLaren F1.
A la izquierda…
En este sistema, el volante "se desliza" a través de un riel y transmite las entradas del conductor a través de un sistema por cable, es decir, sin una conexión física a las ruedas.
Para coches autónomos pero no solo
La idea detrás de esta patente de Volvo será, en principio, crear un sistema que permita (sin gran coste) hacer que el volante “desaparezca” del frente del conductor cuando el coche esté conduciendo en modo autónomo. Una solución que probablemente será más económica que los volantes retráctiles presentes en la mayoría de los prototipos.Suscríbete a nuestro boletín
Sin embargo, esta solución tiene otro valor añadido. Al permitir que el volante se mueva de derecha a izquierda, permitirá una reducción considerable en los costos de producción, haciendo que un automóvil se venda en los países donde viaja por la derecha o la izquierda sin ningún cambio. Dicho esto, no nos sorprendería que esta tecnología llegara a los modelos “convencionales”.
¿Qué pasa con los pedales y el panel de instrumentos?
En cuanto al panel de instrumentos, Volvo tiene dos soluciones: la primera es una pantalla que “viaja” con el volante; el segundo implica la integración de una pantalla digital en todo el tablero que luego transmite datos relacionados con la conducción al volante.
Los pedales, por otro lado, funcionarían, como la dirección, a través de un sistema por cable, pero lo más interesante es la solución que encontró Volvo de tener pedales en los lados derecho e izquierdo del automóvil.
Aparentemente, la idea presentada en la patente de Volvo consiste en reemplazar los pedales por “almohadillas sensibles al tacto” accionadas hidráulica o neumáticamente. Colocados en el piso, estos solo responderán a la presión después de que los sensores detecten que están alineados con el volante.
¿Verás la luz del día?
Aunque el sistema presentado en la patente de Volvo permite una considerable reducción de costes e incluso permite un mejor aprovechamiento del espacio interior, puede “chocar” con los siempre rígidos estándares de seguridad, principalmente porque la dirección utiliza un by-wire.
Allá por 2014 Infiniti presentó una solución idéntica para el Q50 y aunque el sistema no necesita columna de dirección física, lo cierto es que se vio obligado a instalar una (al accionar la columna de dirección se desacopla automáticamente), debido, sobre todo, a a la normativa vigente, además de servir como reserva de seguridad.
Una salvedad que se validó cuando en 2016 la marca japonesa se vio obligada a realizar un llamado a revisión para corregir el sistema de dirección by wire que en ocasiones no funcionaba a la perfección nada más arrancar el coche.
¿Será que con la llegada cada vez más cercana de los coches autónomos y la constante evolución tecnológica, Volvo podrá ver que este sistema se aprueba sin reticencias por parte de los legisladores? Solo el tiempo nos lo dirá.