Lanzado en 2016, el Skoda Kodiaq , el SUV más grande de la marca checa, se prepara para recibir la actualización habitual de mediana edad. Los primeros bocetos oficiales anticipan una imagen más robusta, pero sin romper el lenguaje visual del modelo actual.
Es importante recordar que el Kodiaq fue la “punta de lanza” de la ofensiva de SUV del fabricante checo, allanando el camino en Europa para la llegada del Karoq y Kamiq. Ahora, para el “lavado de cara” del SUV más grande de la gama -se puede configurar con siete plazas-, Skoda promete una renovación estética y un refuerzo de la oferta tecnológica.
A juzgar por los primeros bocetos oficiales, el nuevo Kodiaq adoptará una nueva parrilla, forma hexagonal y una firma luminosa rediseñada.
Los faros antiniebla continúan colocados debajo de los grupos de luces principales, pero ahora están mucho más "divididos", con tecnología LED, creando la sensación de una "cara de cuatro ojos", como la propia Skoda la describe.
En la parte delantera destacan también las nuevas tomas de aire de los paragolpes, que prometen reforzar la presencia en carretera de un modelo que debe mantener motores Diesel y gasolina, aunque revisados para ser más eficientes y cumplir con los estándares de emisiones actuales. Por otro lado, por el momento no se prevén versiones híbridas.
La marca checa del Grupo Volkswagen no mostró ningún boceto del habitáculo, pero es previsible que el salpicadero pudiera actualizarse y llegar a recibir un sistema de infoentretenimiento similar al que encontramos en los “hermanos” Scala y Kamiq.
Sin embargo, esta es una duda que solo se aclarará por completo el 13 de abril, cuando se dé a conocer al mundo el nuevo Skoda Kodiaq.