La autobahn, las carreteras alemanas, más conocidas por la ausencia de límites de velocidad, se pagará por usarlas. Pero, de hecho, la factura solo la pagarán los ciudadanos extranjeros que la utilicen.
Alemania sigue siendo uno de los lugares (raros) de visita obligada para los adictos a la velocidad. Ya sea a través del infierno verde, el Nürburgring Nordschleife, uno de los circuitos más legendarios del planeta, único por su longitud, velocidad y dificultad, que atrae tanto a entusiastas como a constructores. Ya sea por sus autopistas, la famosa Autobahn, donde, en algunas de ellas, aún persiste la ausencia de límites de velocidad.
Una realidad para permanecer en el futuro, a pesar de la presión de los grupos de presión ambientalistas. La novedad es incluso el cobro por utilizar la Autobahn, pero no serán los ciudadanos alemanes los que paguen por ellos, sino los ciudadanos extranjeros que los frecuentan. El objetivo de esta medida será contribuir al mantenimiento de esta infraestructura, según anunció el ministro de Transporte alemán, Alexander Dobrindt.
Aparentemente, esta es una cuestión pragmática y geográfica. La posición central de Alemania significa que tiene fronteras con 9 países. Los ciudadanos de estos países vecinos, a pesar de vivir y pagar impuestos en sus respectivos países, a menudo utilizan la Autobahn, de forma gratuita, para sus viajes.
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Alexander Dobrindt dice que anualmente, los conductores extranjeros realizan 170 millones de viajes hacia o alrededor del país. Pese a las protestas de países vecinos como Holanda y Austria, el ministro de Transporte alemán anuncia que, con esta medida, 2.500 millones de euros podrán entrar en la economía alemana, contribuyendo al mantenimiento de su red de autopistas.
¿Y cuánto costará utilizar la autopista?
Hay varios modelos. Por 10 € podemos disfrutar de la Autobahn durante 10 días. Veinte euros garantizan 2 meses de uso y 100 € al año. En este último caso, 100 € es el precio base, ya que se espera que suba en función del tamaño del motor del vehículo, así como de sus emisiones de CO2 y año de matriculación.
Aunque estas medidas están dirigidas a los conductores extranjeros, los ciudadanos alemanes también pagarán la Autobahn, pero los impuestos anuales que deben pagar por su automóvil se reducirán en una cantidad equivalente.