Combatir el exceso de velocidad en áreas consideradas peligrosas y reducir así los accidentes es una de las misiones de SINCRO.
El primer radar del Sistema Nacional de Control de Velocidad (SINCRO) se instaló hoy en la A5, entre Lisboa y Cascais. Este sistema constará de una red de 30 radares automáticos, distribuidos en 50 lugares considerados peligrosos. Se desconocerá la ubicación exacta de los radares en funcionamiento, porque los dispositivos rotarán entre 50 cabinas y será imposible detectar dónde están. Otra característica de los radares SINCRO es que funcionan sin intervención humana. Por tanto, quien sea detectado en exceso de velocidad por uno de estos dispositivos no tendrá ninguna posibilidad: incluso recibirá la multa en casa.RELACIONADO: SYNCRO: Autopistas con más control
La red debería estar terminada a principios del próximo año y la mitad de los radares se instalarán y pondrán en funcionamiento a finales de septiembre de este año. El sistema SINCRO costará al Estado 3,19 millones de euros, importe aprobado en febrero por el Consejo de Ministros.