Hoy en día, presente en la mayoría de los automóviles, los sistemas de navegación solo aparecieron en la industria del automóvil hace unos treinta años. Hasta su nacimiento, los conductores tenían que recurrir a mapas de "viejos", pero eso no impidió que Ford intentara crear un sistema que le dijera al conductor, en tiempo real, dónde se encontraba.
El resultado de este deseo de innovar llegó en el prototipo Ford Aurora que la marca ovalada azul dio a conocer en 1964. Con un estilo típicamente norteamericano, este prototipo pretendía imaginar cómo serían las furgonetas familiares del futuro.
Entre sus principales destaques estaban las puertas laterales asimétricas (había dos a la izquierda y solo una a la derecha) y también la puerta del maletero con apertura dividida y cuya parte inferior servía de escalera de acceso a la tercera fila de asientos.
Las líneas del Ford Aurora no esconden la época en que se diseñó este prototipo.
un vistazo al futuro
Aunque sus líneas no dejan indiferente a nadie (especialmente en 1964), uno de los mayores atractivos del prototipo que Ford llevó a la Feria Mundial de Nueva York fue su interior.
Hablamos de lo que se puede considerar el “embrión” del sistema de navegación. En un momento en que el sistema GPS era poco más que un sueño, Ford decidió instalar una especie de sistema de navegación en su prototipo.
Colocado en el tablero, este sistema no era más que un mapa colocado detrás de un vidrio con una “vista” que automáticamente se ajustaba e indicaba en el mapa dónde estábamos. A pesar de ser innovador, este sistema no nos mostró cómo llegar al destino, a diferencia del GPS moderno.
Aunque el sistema despertó una enorme curiosidad, la verdad nunca se reveló cómo funcionaba.
Además, su aplicación en el «mundo real» requeriría viajar con infinidad de mapas de los lugares a los que fuiste, pero ya era un gran avance en un momento en el que, para orientarnos, teníamos que saber utilizar… un compás.
Finalmente, incluso dentro de este prototipo había una mini nevera, una radio AM / FM entonces obligatoria e incluso una televisión. El volante fue reemplazado por una especie de palanca de avión y parece haber servido de inspiración al famoso KITT.
Desafortunadamente, la mayoría de las soluciones incorporadas en este prototipo nunca vieron la luz del día, incluido su sistema de navegación.