¿Sabías que actualmente el motor de uno de cada dos coches está equipado con volante bimasa ? Aunque por norma general ya todo el mundo ha oído hablar de los volantes bimasa (aunque sea por las peores razones…), lo cierto es que no todo el mundo sabe cuáles son sus ventajas frente a los volantes convencionales.
Pero antes de profundizar en los temas relacionados con los volantes de biomasa, vale la pena responder a la siguiente pregunta: de todos modos, ¿para qué sirve el volante? Ya sea bimasa o convencional.
El volante del motor, del tipo que sea, sirve para mantener el equilibrio de las masas del motor a intervalos entre las explosiones de los cilindros. Gracias al peso de este componente, en los momentos "muertos" de las órdenes de explosión, el motor sigue girando sin vibraciones ni vacilaciones. Otra de las funciones del volante es la de transmitir la potencia generada por el motor a la transmisión, ya que en su superficie de contacto del volante tenemos el sistema de embrague que transmite el trabajo producido por el motor a la transmisión.
Entonces, como puede ver, los volantes de inercia bimasa tienen exactamente la misma función que los volantes de inercia convencionales. La diferencia entre ellos está en su desempeño. En los volantes bimasa, gracias a la presencia de dos masas suspendidas, el volante puede anular de manera más eficiente la transmisión de vibraciones del motor a la transmisión. Efecto práctico: el coche corre más suave.
¿Aún tienes dudas? Este video te ayudará a:
Profundizando en el asunto, ¿sabías que en los coches de competición el volante es más ligero que en los de serie? La razón es simple: cuanto menor es la masa móvil del motor, más rápido aumentan las rpm.
En los coches de producción, como decíamos, el volante del motor es más pesado. El régimen de rotación normal de un automóvil en el día a día, se ubica entre 1000 y 3000 rpm, y la presencia del volante motor más pesado ayuda a equilibrar los movimientos del motor, principalmente en los regímenes más bajos.
Hay quienes deciden cambiar el volante del motor original por un volante más ligero. Si el objetivo es preparar tu coche para los días de pista, es una buena opción, de lo contrario desaconsejamos esta modificación. El motor de su automóvil perderá par y disponibilidad a bajas revoluciones y acelerará el desgaste de los componentes internos del motor.
Fuente: Revista postventa