A principios de la década de 1930, la mayoría de los automóviles fabricados en Alemania eran vehículos de lujo, con precios fuera del alcance de la mayoría de la población. Por esta razón, Adolf Hitler, él mismo un entusiasta del automóvil, decidió que era hora de crear un “automóvil popular”: un vehículo asequible capaz de transportar a 2 adultos y 3 niños y alcanzar los 100 km / h.
Una vez definidos los requisitos, Hitler optó por entregar el proyecto a Ferdinand Porsche, que ya en ese momento era un ingeniero con una trayectoria contrastada en el mundo de la automoción. En 1934, se firmó un contrato entre la Asociación Nacional de la Industria del Automóvil de Alemania y Ferdinand Porsche para el desarrollo del Volkswagen que pondría al pueblo alemán "sobre ruedas".
En ese momento, Hitler tenía relaciones con el austriaco Hans Ledwinka, director de diseño de Tatra, un fabricante de automóviles originario de Checoslovaquia. Rendido a los modelos de la marca, el líder alemán presentó a Ledwinka a Ferdinand Porsche y los dos discutieron ideas una y otra vez.
Volkswagen escarabajo
En 1936, Tatra lanza el T97 (en la foto de abajo) un modelo basado en el prototipo V570 lanzado en 1931, con un motor trasero de 1.8 litros con arquitectura boxer y apariencia simplista, diseñado por… Hans Ledwinka. Dos años más tarde Volkswagen lanza el famoso Beetle, diseñado por…. Ferdinand Porsche! Con muchas de las características clave del T97, desde el diseño hasta la mecánica. Dadas las similitudes, Tatra demandó a Volkswagen, pero con las invasiones alemanas de Checoslovaquia el proceso fue nulo y Tatra se vio obligada a terminar la producción del T97.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Tatra reabrió la demanda presentada contra Volkswagen por violar sus patentes. Sin grandes alternativas, la marca alemana se vio obligada a pagar 3 millones de marcos alemanes, cantidad que dejó a Volkswagen sin grandes recursos para el desarrollo del Carocha. Posteriormente, el propio Ferdinand Porsche admitió que "a veces miraba por encima del hombro, otras veces hacía lo mismo", en referencia a Hans Ledwinka.
El resto es historia. El Volkswagen Carocha se convertiría en un objeto de culto en las siguientes décadas y uno de los autos más vendidos de la historia, con más de 21 millones de unidades producidas entre 1938 y 2003. Interesante, ¿no?
Tatra V570:
