“Por supuesto, a veces es un desafío extremo navegar en este camión cisterna y equilibrar los (diferentes) intereses”, dice Matthias Mueller, director ejecutivo del Grupo Volkswagen. Habiendo hecho públicas las intenciones de Volkswagen de reducir la competencia de Skoda, su marca de acceso, Mueller ahora está buscando formas para que todos coexistan en mayor armonía.
Para ello, el grupo buscará distinguir de forma más clara entre las marcas Volkswagen, Skoda y SEAT, reduciendo los solapamientos de productos y aliviando así las tensiones internas. Mueller y la junta ejecutiva del grupo establecieron un nuevo enfoque para las tres marcas de volumen en el mercado europeo, basado en 14 grupos de consumidores objetivo.
El objetivo, según Mueller, es lograr una cobertura perfecta del mercado, pero con áreas de acción claras para cada una de las marcas, sin solapamientos. Para eso, habrá que hacer un mejor uso que el que vemos actualmente de las sinergias existentes en el grupo.
La competencia de Skoda
Los gerentes y sindicatos de Volkswagen buscan reducir la competencia de Skoda, transfiriendo parte de su producción a Alemania y obligando a la marca a pagar más por la tecnología compartida. Obviamente, uno esperaría una reacción de la marca checa.El sindicato principal de Skoda ya ha amenazado con recortar las horas extraordinarias, debido a la posibilidad de que parte de la producción se vaya a Alemania, poniendo en riesgo puestos de trabajo en las unidades checas. Y no se limita a los sindicatos: el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, ya ha exigido una reunión con los líderes de la marca.
Porsche y Audi tienen que alinear agujas
El posicionamiento de marca sigue siendo un tema emocional dentro del grupo. Incluso cuando se trata de sus marcas premium, Porsche y Audi, también verán su posicionamiento más diferenciado. Las tensiones entre los dos también se han comentado públicamente, ya sea por el liderazgo en el desarrollo de plataformas o tecnología o por los costos de Dieselgate.
A pesar de las diferencias, las dos marcas están colaborando juntas en el desarrollo de una nueva plataforma exclusivamente para coches eléctricos, denominada PPE (Premium Platform Electric), de la que se derivarán tres familias de modelos: una para Porsche y dos para Audi.
Se espera una reducción de la carga de trabajo del 30% en comparación con la operación separada de las plataformas MLB (Audi) y MSB (Porsche); MLB se abandonará en el futuro en favor de MSB. El objetivo final del grupo alemán es reducir costos y aumentar la eficiencia operativa, ya sea para hacer frente a los costos asociados con Diesegate o para recaudar los fondos necesarios para la inversión en tranvías.