La noticia fue adelantada por el diario británico "The Guardian" e informa sobre el plan del Ayuntamiento de Ámsterdam para asegurar una mejora en la calidad del aire, que debería conducir a una prohibición total de la circulación de gasolina, diésel e incluso motocicletas dentro de la ciudad holandesa a partir de 2030.
El plan se implementará de manera escalonada, y la primera medida llegará el próximo año, cuando Ámsterdam prohibirá que los modelos diésel de más de 15 años alcancen la carretera A10 que rodea la ciudad.
Para 2022, se planea prohibir cualquier autobús que tenga ... tubos de escape en la ciudad. A partir de 2025, la prohibición se extenderá a las embarcaciones de recreo que naveguen por los canales y también a las pequeñas motocicletas y ciclomotores.
Un plan (muy) controvertido
Todas las medidas enumeradas anteriormente culminará en 2030 con la prohibición de la circulación de gasolina, diésel e incluso motocicletas dentro de los límites de la ciudad de Ámsterdam todas estas medidas están incluidas en el denominado Plan de Acción de Aire Limpio.
La idea del ayuntamiento de Ámsterdam es animar a los residentes a cambiar de vehículos de combustión interna a vehículos eléctricos o de hidrógeno. Ante estos planes, Amsterdam tendrá que reforzar (mucho) la red de estaciones de recarga, que para el 2025 tendrá que pasar de las 3000 actuales a entre 16 mil y 23 mil.
Como era de esperar, las voces críticas de este plan no se hicieron esperar, y la Asociación Rai (grupo de presión de la industria automotriz) acusó al plan de dejar a grandes franjas de la población que no pueden permitirse comprar un automóvil eléctrico.
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La asociación fue aún más lejos y acusó el plan ideado por el ejecutivo de Ámsterdam de estrafalario y regresivo, recordando que “muchas decenas de miles de familias que no pueden pagar un coche eléctrico se quedarán fuera. Esto hará de Ámsterdam una ciudad de ricos ”.
Fuente: The Guardian