Desde su lanzamiento en 2013 hasta finales de 2016, el BMW Serie 4 ha vendido alrededor de 400.000 unidades en todo el mundo. Por ello, fue con el afán de acentuar aún más su carácter deportivo (y no dejar caer las ventas…) que los ingenieros de la marca alemana se propusieron esta leve renovación del Serie 4.
En el exterior, BMW apostó por nuevos gráficos y tecnología LED para los faros delanteros y traseros, con la función adaptativa como opción. En la parte delantera se revisaron las tomas de aire (en versiones Luxury y M-Sport), así como la de los amortiguadores traseros. También están disponibles dos nuevos colores exteriores (Snapper Rocks Blue y Sunset Orange, en las imágenes) y un juego de rines de 18 y 19 pulgadas.
En el interior, la atención se ha centrado principalmente en los acabados, que ahora están disponibles en madera, aluminio y negro brillo. Otra novedad es el renovado sistema de navegación, que incluye una nueva interfaz más sencilla y personalizable.
Pero no solo estéticamente el nuevo BMW Serie 4 es más deportivo. Según la marca, la suspensión ligeramente más rígida proporciona una conducción más dinámica sin comprometer la comodidad.
En cuanto a la gama de motores, no hay cambios significativos que registrar. En la oferta de gasolina, el nuevo Serie 4 está disponible en versiones 420i, 430i y 440i (entre 184 CV y 326 CV), mientras que en Diesel hay versiones 420d, 430d y 435d xDrive (entre 190 CV y 313 CV) cv). La versión BMW 418d (150 CV) es exclusiva del Gran Coupé.
Se espera que el BMW Serie 4 sea presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra, mientras que se espera que su llegada al mercado tenga lugar el próximo verano.
