La marca scorpion presentó en Ginebra el Abarth 695 Biposto, una versión demoníaca del simpático Fiat 500.
Quien conoce la historia de Abarth con mayor detalle, sabe que la nomenclatura 695 sugiere algo del imaginario más «radical» de la casa de Turín. Tenemos que remontarnos a 1964 para encontrar el Fiat Abarth 695 SS, una de las versiones más salvajes que ha producido la marca italiana.
Y ahora, 50 años después, en el Salón del Automóvil de Ginebra, la marca ha desvelado su sucesor: el Abarth 695 Biposto. Básicamente, una reedición moderna de una de las máquinas del pasado de origen italiano, la más emblemática de la historia. Como se puede ver en las imágenes, el Abarth 695 Biposto es un heredero legítimo de las siglas 695.
El Abarth 695 Biposto es un coche extremo y deja claro que no soy un Fiat 500. Los apoyos aerodinámicos o el tono bajo que produce el sistema de escape desarrollado por Akrapovic, ¡hacen adivinar un automóvil lleno de ganas de dejar marcas negras en el asfalto! Y no es solo voluntad, hay sustancia. Este pequeño cohete italiano es el coche de carretera más potente que jamás haya producido Abarth. El motor 1.4 T-jet da la vida necesaria al diminuto pero competente chasis, con 190 CV de potencia y 250 Nm de par máximo. El Abarth 695 Biposto se catapulta así a 100 km / h en sólo 5,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 230 km / h.
A pesar de las interesantes especificaciones técnicas, este modelo es mucho más que una simple vitamina Abarth. ¡Como dicen los ingleses "esto es el verdadero negocio"! Este modelo es uno de los autos de producción más cercanos a un auto de carreras que se puede comprar con dinero. Una especie de Porsche 911 GT3 RS en escala, potencia, tamaño, prestaciones y… ¡precio!
Pero veamos: las ventanas de policarbonato son fijas, con solo una pequeña ventana corrediza horizontal; el velocímetro y el tacómetro fueron reemplazados por un registrador de datos digital, cortesía de AIM; en el lugar donde solían estar los asientos traseros hay una barra antivuelco de titanio a la que se sujetan los cinturones de seguridad rojos de cuatro puntos de Sabelt. Y luego (mucho después…) hay algo que se asemeja a una escultura cuyo objetivo es cambiar cambios, una obra de Bacci Romano.
El resultado de todas estas mejoras es un coche lleno de carrera, con un peso total de 997kg, lo que contribuye en gran medida al consumo razonable de 6,5L / 100km y unas emisiones del orden de los 155g de CO2 / km. Números que ciertamente no ocupan la mente de quienes quieren adquirir, por un precio que se estima bastante elevado.
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