Visto como el futuro de los automóviles eléctricos, se espera que las baterías de estado sólido comiencen a infiltrarse durante esta década, y el Fulminea , un hipercoche eléctrico nacido en Italia, un país conocido por producir algunos de los superdeportivos más interesantes, es uno de los pioneros.
Este hipercoche 100% eléctrico es, según su creador, Automobili Estrema, el primer modelo en incorporar un paquete de baterías “híbridas”, es decir, compuesto por baterías de estado sólido y ultracondensadores.
Estos impulsan cuatro motores eléctricos que, en conjunto, entregan 1,5 MW (MegaWatts), el equivalente a 2039 CV de potencia, lo que le permite acelerar a 100 km / h en 2s y alcanzar 322 km / h… en menos de 10s (!).
Baterías, el principal punto de interés
En total, la batería pesará alrededor de 300 kg y tendrá una capacidad de 100 kWh. En cuanto a su almacenamiento, las baterías de estado sólido y los ultracondensadores aparecerán en “cajas” individuales hechas de fibra de carbono.
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Los ultracondensadores se montarán detrás del eje delantero, mientras que las baterías de estado sólido se ubicarán detrás de la cabina para una mejor distribución del peso. El llamado paquete de baterías híbridas se producirá en conjunto con la empresa IMECAR Elektronik.
En total, el Estrema Fulminea carga 1500 kg en la báscula y tendrá un alcance de 520 km (WLTP). En cuanto a la carga, Automobili Estrema avanza que en tan solo 15 minutos en un cargador DC rápido será posible reponer entre un 10 y un 80% de la carga.
Se espera que llegue en 2023, solo se espera que se produzcan 61 copias de Estrema Fulminea, cada una con un costo de alrededor de 2,32 millones de euros.
Las ventajas de "ser pequeño"
Dicho todo esto, solo queda una pregunta: ¿cómo es que un pequeño fabricante como Automobili Estrema es capaz de lanzar al mercado un modelo con tecnología de baterías de estado sólido antes que los “grandes fabricantes”?
Según el director de la marca italiana, Gianfranco Pizzuto, el hecho de que el Estrema Fulminea sea un modelo producido en pequeñas cantidades y que cuente con el apoyo de su socio, el Grupo ABEE, es crucial.
Aunque son muy prometedoras, las baterías de estado sólido pueden tardar aproximadamente una década en llegar a vehículos de gran volumen, precisamente debido a las dificultades que se han encontrado en su producción a gran escala.