La sonda lambda de Bosch cumple 40 años

Anonim

40 años después de su lanzamiento, las sondas lambda siguen siendo un elemento clave para garantizar un funcionamiento limpio y eficiente de los motores de combustión.

¿Para qué sirve la sonda lambda? La sonda lambda se utiliza para medir la composición de los gases resultantes de la combustión del motor en el sistema de escape. Esta tecnología permitió, por primera vez, la regulación de la dosificación exacta de la cantidad de combustible inyectado a través de la información proporcionada a la unidad de control, y así garantizó una mejora significativa en la eficiencia del motor. En los motores de combustión, tanto el ahorro de combustible como el tratamiento de los gases de escape no serían posibles sin la presencia de las sondas lambda actuales.

VEA TAMBIÉN: "Lo siento en mi dedo del pie": Bosch inventa el acelerador vibrador

Desde sus inicios, las cifras de producción y demanda de las sondas lambda de Bosch muestran un aumento significativo. En cuatro décadas, este fabricante produjo mil millones de sensores.

Volvo fue la primera marca en contribuir a la historia de éxito de esta plataforma. El Volvo 240/260 fue el primer vehículo de turismo en equipar una sonda lambda de la marca alemana de serie, estableciéndose como un estándar para el mercado norteamericano. Hasta entonces, las regulaciones de emisiones en Estados Unidos eran relativamente estrictas: en ocasiones, los valores de emisión eran mucho más bajos de los permitidos legalmente gracias al control preciso de la sonda lambda.

NO SE PUEDE PERDER: Mercedes-Benz quiere filtros de partículas para motores de gasolina

Hoy en día, por razones técnicas, cada vez más automóviles con motor de gasolina utilizan sondas lambda en el sistema de escape. La tendencia es que el uso de sondas es cada vez más imprescindible, ya que los límites legales de emisiones de los vehículos de combustión con nuevas matriculaciones son cada vez más restrictivos.

En el caso de una sonda lambda defectuosa, los conductores deben reemplazarla lo antes posible y deben evaluarse cada 30.000 km. Sin una medición correcta, la combustión pierde eficiencia y aumenta el consumo de combustible. Además, una sonda defectuosa provocará daño del catalizador , provocando que el vehículo no cumpla con la normativa de emisiones de gases y, por tanto, no cumplirá las condiciones suficientes para pasar las inspecciones técnicas, además de contaminar (más) el medio ambiente, y dará lugar a irregularidades en otros componentes de la gestión de el motor.

Actualmente, Bosch actúa como el principal proveedor tanto de equipo original como de repuestos para talleres, incluida la sonda lambda, apta para casi todos los vehículos equipados con motor de combustión interna. Líder mundial en el mercado de repuestos, posee el 85% de la cuota de mercado solo en Europa.

Siga a Razão Automóvel en Instagram y Twitter

Lee mas