Además de Paulo Gonçalves, este fin de semana también fue sinónimo de la desaparición de otro nombre importante en el automovilismo portugués: Fernanda Pires da Silva, la “madre” del Circuito de Estoril.
La noticia fue difundida el sábado por el diario Expresso, informando que la empresaria de 93 años había fallecido ese día.
La presidenta del grupo Grão-Pará, Fernanda Pires da Silva, será siempre recordada por una obra que dio mucho al automovilismo nacional: la Autódromo de Estoril.
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Responsable de la construcción del hipódromo a principios de la década de 1970, Fernanda Pires da Silva fue aún más lejos: utilizó su propio capital para construir la que fuera la casa de la Fórmula 1 en nuestro país.
Hoy, el hipódromo que ideó la empresaria comparte su nombre con ella, y sirve como el mayor recuerdo del trabajo de Fernanda Pires da Silva, quien se dedicó a los sectores turístico e inmobiliario.
La presidenta del grupo Grão-Pará también vio reconocida su labor con la Orden Civil del Mérito Agrícola e Industrial durante la presidencia de Jorge Sampaio, habiendo sido posteriormente condecorada como Gran Oficial de la Orden del Mérito. Finalmente, el 11 de marzo de 2000, Fernanda Pires da Silva también fue elevada a la Gran Cruz de la misma Orden.