Aunque la electrificación no es una palabra vacía en Audi - 20 modelos eléctricos serán parte del portafolio de la marca hasta 2025 -, Los motores de combustión interna seguirán siendo una parte importante de la marca de cuatro anillos.
Así lo dice Markus Duesmann, quien asumió el liderazgo de Audi el pasado mes de abril, en medio de una crisis pandémica, en una conversación con Automotive News Europe.
Además de ser CEO (director ejecutivo), Duesmann también es director de I + D (Investigación y Desarrollo) en Audi y en todo el Grupo Volkswagen, así que quién mejor para hablar del tema.
Lo que inferimos de sus palabras es que es prematuro hablar del fin de los motores de combustión interna, a pesar de que los eléctricos acaparan toda la atención.
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Según Duesmann, el futuro de los motores de combustión interna será en última instancia "una cuestión política" y, continúa, "no lo decidirá el mundo al mismo tiempo". Por eso tiene sentido para él que diferentes mercados se vuelvan tanto hacia la movilidad eléctrica como hacia motores de combustión interna más eficientes.
Ese es el escenario que ve en los próximos años para Audi, donde Duesmann dice que todavía hay muchos clientes que buscan modelos con motores de combustión interna. Y no se trata solo de motores de gasolina ...
Diesel va a continuar
También los motores diésel, a pesar de la mala reputación que han ganado en los últimos cinco años, seguirán estando presentes en Audi, ya que, como él mismo dice, “muchos de nuestros clientes siguen adorando los diésel, por lo que seguiremos ofreciéndolos”.
Los diésel siguen siendo el motor de combustión interna más eficiente, teniendo en su contra el elevado coste de los sistemas de tratamiento de gases de escape. Lo que justifica su desaparición o fuerte reducción de oferta en los segmentos más bajos del mercado.
Además, los motores de combustión interna no tienen por qué ser sinónimo de combustibles fósiles. Audi ha sido uno de los más activos de la industria en el desarrollo de combustibles sintéticos, lo que podría contribuir de manera decisiva a la codiciada neutralidad de carbono en 2050.