Hay quienes lo llaman el patito feo de Mclaren y también quienes no quieren creer que esta es la versión final… la verdad es que Mclaren P1 ya fue presentado a amigos en una fiesta privada en Beverly Hills.
Este es ese momento en el que un amigo nos invita a su casa con otros amigos y esa noche nos presenta a su novia. No es extraño, es normal y, aunque ella es muy fea, estamos felices de que nuestra amiga esté feliz. Es esta felicidad la que siento por Mclaren - ellos están felices, yo también, y porque Mclaren P1 "se ve muy dulce" al lado de Mclaren ... pero por favor Mclaren, no preguntes si ella está buena, porque me voy a sonrojar de conteniendo tantas palabras duras.
El color “Volcano Orange” fue elegido para presentar el próximo hipercoche Mclaren. El Mclaren P1 será el oponente natural del Ferrari F150, pero la naturalidad no es algo que se adapte a este coche como un guante, es todo menos natural. Mirar el Mclaren P1 es quizás la mejor manera de entender el espíritu de Mclaren: autos rápidos y técnicos, con cerebros súper racionales, pero con poco aspecto de alma. Puede ser injusto, pero por más brutal que sea Mclaren P1, es imposible encontrar gracia en su apariencia. Estamos esperando la oportunidad de ponerle las manos encima y dar un paseo profundo; realmente podría ser la única forma de explicar por qué esta relación continúa. Mclaren P1 debe ser muy bueno en acción, después de todo, es un producto Mclaren; en el fondo, es natural al estilo Mclaren.
Con un peso total de 1300 kg, se espera que la versión de producción reciba el potente motor V8 de 3.8 litros del MP4-12C, modificado para producir 800 hp. Contribuir al aumento de la potencia disponible también será un sistema de estilo KERS utilizado en F1 y hay rumores de que la posibilidad de aplicar un sistema de distribución de tracción a las cuatro ruedas está sobre la mesa. Después de mostrar el exterior, el interior se presentará en el Salón del Automóvil de Ginebra en marzo de este año. ¡No podemos esperar a este patito feo de Mclaren que todos quieren tener en sus manos!
Texto: Diogo Teixeira